Escapó y mal herida fue encontrada por Tadashi en Cochabamba, tenía la pata izquiera fracturada, la llevó al veterinario y luego a un hogar temporal. Poco a poco con las investigaciones se supo que era amarrada de las cuatro patas para la reproducción de sus crías de la manera más cruel.
La tortura le había provocado que se quiebre sus huesos, por eso no caminaba, hasta que en el hogar donde estaba llegó la familia de Ángela Aguilar para salvarle la vida, la llevaron a La Paz, donde fruto del amor y también de la preocupación buscaron su recuperación total.
Los amigos de SEMEVET, Centro Médico Veterinario, lograron atenderla con todos los cuidados necesarios y tras varias cirugías lograron que sane y se regenere su hueso, una historia conmovedora que desata el ilegal tráfico de animales que lo hacen en ferias clandestinas y que según la policía hacen los controles necesarios para evitar más casos como el de Petunia.
