Hace 19 años, Ingrid Vaca cuenta que tuvo una seria discusión porque tenía muchas botellas de plástico Pet en su casa y le dijeron que porque tiene tanta basura que con ella podrían hacer una casa y precisamente es eso lo que hizo, en el barrio donde vivía en la ciudad de Warnes, Santa Cruz, hizo la primera casa de botella con 60 mil de ellas para María.
La afortunada no contaba con un techo donde vivir, pero cuando recibió la propuesta de Ingrid se puso manos a la obra, había que recolectar 60 mil botellas, no fue al momento sino en algunos años que lograron construir la casa, por ciento resistente, térmica y antisísmica, un logro que terminó incluso sorprendiendo a Ingrid que de profesión es abogada.
Desde entonces llegaron más familias a beneficiarse con este interesante emprendimiento, las casas de botella fueron tomando forma y popularidad, incluso, gente de otros países como Argentina, Chile y México solicitaron a Ingrid el asesoramiento para la construcción, ahora con el tiempo son varios voluntarios que han decidido seguir sus pasos y lo hacen recolectando botellas pet y rellenándolas de arena.
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